No hay excusas para arrancar las remunicipalizaciones.
El pasado mes de diciembre, el pleno del ayuntamiento de Pamplona aprobó
la remunicipalización de su Servicio de Atención a Domicilio. Dicho
servicio pasará a ser gestionado directamente por el área de Acción
Social.
¿Cómo ha sido viable legalmente la remunicipalización?
La medida se sustenta en dos informes jurídicos y uno económico
favorables, gracias a los cuales los técnicos del ayuntamiento han
considerado que la gestión directa era la más viable.
En ellos se alude al artículo 85.5 de la Ley de Bases de Régimen Local,
que sostiene que “los servicios públicos de competencia local habrán de
gestionarse de la forma más sostenible y eficiente”. Es por ello que
haya sido necesario el informe económico, que consideraba que la
remunicipalización garantizaba los principios económicos de eficiencia,
estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera que impone la Ley
de Racionalización y Sostenibilidad de las Administraciones Locales.
Por otro lado, la asunción de la plantilla por parte del ayuntamiento
ha sido posible gracias al concepto de sucesión de empresas conforme al
artículo 44 del Estatuto de los Trabajadores, que ha de ser
interpretado a la luz de la directiva 2001/23 CE, y tal como lo está
interpretando el TJCE (así lo dijo STS 17/06/08, en recurso de
unificación de la doctrina 4426/06).
A estos informes técnicos hay que añadir otro más del Área de Acción
Social y Desarrollo Comunitario que justifica la oportunidad y
desarrollo de nuevas funciones con la asunción de la gestión directa del
SAD.
¿Quién gestionaba antes el Servicio de Atención a Domicilio?
Hasta la fecha, el servicio lo gestionan dos empresas:
– Por un lado, una empresa pública, ASIMEC, que con la remunicipalización quedará disuelta.
-Por otro, de manera externalizada, con una empresa concesionaria,
cuyo contrato con la administración finaliza y no será renovado.
¿Qué pasa con las plantillas de la antigua empresa municipal y la contrata?
Dichas plantillas serán subrogadas por el ayuntamiento, en base al
artículo 44 del Estatuto de los Trabajadores anteriormente mencionado.
Dicha subrogación les permitiría conservar sus derechos adquiridos en
sus anteriores empresas, pero al haber sido estas disueltas, sus
condiciones laborales pasarán a regirse por el convenio del
ayuntamiento.De esta manera, la remunicipalización resulta también
ventajosa para las trabajadoras y los trabajadores, que mantendrán tanto
su puesto de trabajo como sus condiciones laborales y derechos
adquiridos.
¿Es la remunicipalización una forma de funcionarización por la puerta de atrás?
Absolutamente no. Las empleadas y empleados subrogados no se
convierten en funcionarios, sino que pasan a ser “indefinidos no fijos”,
figura recogida por el artículo 44 del Estatuto de los Trabajadores.
Las nuevas plazas, así como las que dejasen vacantes las jubilaciones,
deberían salir a concurso público y regirse por los criterios de
igualdad, mérito y capacidad que marca la ley para la función pública.
Conviene, sin embargo, no olvidar las dificultades que la legislación
actual impone a los procesos de remunicipalización de los servicios
privatizados. Igualmente, es preciso añadir que estas leyes de ajuste
presupuestario o de “racionalización y sostenibilidad”, si bien han sido
sumisamente desarrolladas por nuestro gobierno, tienen su origen en
las políticas privatizadoras y destructivas de la Unión Europea. A ellas
habría que sumar el recientemente aprobado tratado de libre comercio
con Canadá, más conocido como CETA, que ha contado con la vergonzosa
alianza de Cs, PP y PSOE para su aprobación.
Para mayor oprobio de los socialistas es el hecho de que sus homólogos
británicos y franceses, cuyas direcciones han dado recientemente un giro
a la izquierda, se han opuesto a dicho tratado en la votación, con lo
cual no pueden argumentar en su decisión ni siquiera la obediencia a una
disciplina de voto que no ha existido.
Aun así, el ayuntamiento de Pamplona, así como tantos otros que se ha
decidido a dar un paso adelante, ha demostrado que la
remunicipalización de los servicios privatizados no solamente es
posible, sino que además sería la opción más beneficiosa tanto para las
empleadas y los empleados como para el conjunto de la ciudadanía, así
como la más económica. Así que no hay excusas para ponerse manos a la
obra aquí en Getafe y devolver a la gestión pública, por ejemplo, el
SAD, la parte del mantenimiento de parques
y jardines que está privatizada, el personal de las instalaciones deportivas municipales…
Javier Alcolea
Concejal de Ahora Getafe
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