Menos excusas y más remunicipalizaciones
Javier Alcolea Rodríguez
En un reciente
artículo aparecido en la prensa local,
Francisco Javier Santos, concejal de Deportes, intenta justificar, de una
manera un tanto engorrosa, la decisión del gobierno municipal de volver a sacar
a concurso el mantenimiento de las instalaciones deportivas, en vez de explorar
su posible remunicipalización. Arguye que Ahora Getafe no ha puesto sobre la
mesa ningún ejemplo de reversión de alguna privatización llevado a cabo
recientemente. Es de suponer que no conoce el artículo
donde explico la remunicipalización del Servicio de Atención a Domicilio
llevada a cabo por el Ayuntamiento de Pamplona. Entiendo que tampoco conocerá
la llevada a cabo por parte del Ayuntamiento de Arganda del Rey de los servicios
integrales de parques y jardines, o la más reciente (el pasado 1 de junio),
llevada a cabo por el Ayuntamiento de Barcelona (apartado
37). En todas ellas, el personal de la empresa adjudicataria ha sido
subrogado, bien por el ayuntamiento directamente (Pamplona), o bien por alguna
empresa municipal (Arganda del Rey y Barcelona). Y lo que garantizará su puesto
de trabajo no será una oposición en ninguno de los casos (a las empresas
municipales no se accede por oposición; como mucho, en el caso de la asunción
directa por parte del ayuntamiento, alguna prueba a determinar en el futuro
dentro de un proceso de consolidación del personal, y esa prueba puede ser de
muchos tipos -un concurso-oposición, por ejemplo, donde se valoren entre los
méritos la experiencia y la antigüedad-, y siempre de manera negociada con los
sindicatos). Esa prueba, por otro lado, supondrá que los trabajadores
subrogados no han sido convertidos en funcionarios por la puerta de atrás, como algunos sostienen de manera
malintencionada.
Pero vamos a lo que
realmente nos interesa aquí y ahora: la remunicipalización del mantenimiento de
las instalaciones deportivas en Getafe. Su privatización dio lugar al contrato
más jugoso de todos los del Ayuntamiento: nada más y nada menos que 3.900.000 €
anuales
se lleva la empresa adjudicataria, Ferrovial Servicios S. A. U., por una
gestión que ha estado en entredicho (recordemos, por ejemplo, las
movilizaciones de los trabajadores en 2015 ante el incumplimiento del
convenio). Los que defendemos la gestión directa de los servicios públicos lo
hacemos por varias razones: la estrecha relación en nuestro país entre los
casos de corrupción y las privatizaciones o adjudicaciones, el empeoramiento y
encarecimiento para la ciudadanía de los servicios que han sido privatizados,
la degradación de las condiciones laborales y, como ha sostenido en más de una
ocasión el Tribunal de Cuentas (aquí
y aquí,
por ejemplo), porque las privatizaciones han resultado al final más caras para
el bolsillo de los ciudadanos.
Es cierto que las
leyes elaboradas por el PP dificultan el retorno a la gestión directa de los
servicios privatizados (como es el caso de la nefasta Ley de Racionalización y
Sostenibilidad de la Administración Local, cuya derogación ha solicitado la FEMP),
pero aun así, las remunicipalizaciones, como he ejemplificado más arriba, son
posibles.
En un informe
elaborado por la Delegación de Deportes a fecha de 29 de mayo de 2017 se pone
de manifiesto la incapacidad de dicha delegación de asumir la prestación de los
servicios que actualmente se desarrollan en las instalaciones deportivas. Esto
es normal, dado el desguace de personal que la Delegación de Deportes ha
sufrido en los últimos años, previo al proceso de privatización.
Sin embargo, lo que
sorprendentemente no menciona el concejal Santos en sus intervenciones
públicas, es que existe otro informe, facilitado también a los distintos grupos
municipales, esta vez firmado por la asesoría jurídica de LYMA, que afirma que
dicha empresa pública sí podría hacerse cargo de los servicios prestados
actualmente por esta empresa privada. Estas son sus conclusiones:
i.
LYMA puede hacerse cargo del
mantenimiento de instalaciones municipales deportivas, pabellones deportivos,
centros cívicos, campos de fútbol y complejos deportivos municipales, para lo
cual no necesita realizar ningún cambio en sus estatutos.
ii.
Podría hacerse cargo también de la
gestión directa de las instalaciones simplemente modificando el objeto social
de LYMA para incluir expresamente el concepto “gestión directa de dependencias
municipales”. Esa modificación
no requeriría más que un acuerdo entre el gobierno y Ahora Getafe, pues la
aprobación correría a cuenta de la Junta General de LYMA, de la que forman parte
los 27 concejales del pleno, y los concejales del gobierno y Ahora Getafe
sumaríamos 15, esto es, mayoría absoluta.
iii.
Haría falta, por último, una encomienda de
gestión, para lo cual no hace falta más que un decreto de Alcaldía.
¿Quiere una
propuesta, señor Santos? Aquí la tiene: remunicipalice el mantenimiento de las
instalaciones deportivas de Getafe a través de LYMA, subrogando a la plantilla.
Como ve, es perfectamente factible. Es sólo una cuestión de voluntad política.
Y así ganamos todos. Su gobierno, porque si quiere, se podrá apuntar el tanto.
El pueblo de Getafe, por un lado, porque recuperará, a
través de la empresa municipal, lo que legítimamente es suyo, y por otro,
porque el servicio supondrá un ahorro a las arcas municipales (se ahorrarán
tener que sufragar un beneficio empresarial). Y la plantilla, porque, al ser
subrogada por LYMA, podrá disfrutar de su convenio colectivo.
¿Nos ponemos a ello
o seguimos buscando excusas?
P. D.: no puedo
terminar un artículo en el que hablo de LYMA sin exigir, una vez más, la
readmisión de los 26 despedidos, y la aplicación de una sanción justa, es
decir, proporcional, según convenio, a quienes se demostrase que hubiesen
cometido una falta.
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